No es un adiós: es un "hasta luego". A partir de 2022, el equipo editorial de LuSofia cambia su composición y pasa a estar estar integrado por nuevos docentes. No tenemos duda que harán un excelente trabajo y mantendrán la calidad y el amor de LuSofia. A continuación, los miembros de la comisión original acercamos algunas palabras a modo de agradecimiento por estos 6 años a cargo de la dirección de esta maravillosa revista.
El hermoso proyecto que constituyó LuSofía llega al final para el equipo que dio los primeros pasos y abre las puertas a nuevos participantes que continuarán con mucha dedicación y amor lo que hace unos años iniciamos: Nacho, Graciela y Carla.
Nos resulta hermoso abrir la mano y ver que las alas crecieron y la revista puede volar, con otros, a otros puertos, pero también, nos genera algo de nostalgia.
El proyecto, que es originalmente de Nacho (Ignacio Spina) toma cuerpo y forma en charla informal en los pasillos del Spangenber luego de una reunión de profesores. De a poco va entusiasmando los espíritus de Gra (Graciela Vidal) y Carla (Carla Panto) que se suben al barco y comienzan a navegar.
Mirando en retrospectiva ha sido un proyecto hermoso, del cual hemos aprendido, en el cual nos hemos formado. Un proyecto que ha contado con el enorme apoyo institucional, con la colaboración de todos nuestros colegas, con la participación de muchísimas personas que nos han acompañado. Un proyecto que nos sorprendió, allá cuando encontramos algún artículo citado en algún trabajo de tesis en otro país. Un proyecto que tenía su oficina los primeros días en un bar con pelotero en la Avenida Gaona, donde mientras nosotros pergeñábamos el próximo número y analizábamos las propuestas que teníamos, nuestros hijos jugaban y nos esperaban.
LuSofia fue también una vidriera para responder a las críticas de quienes decían que no producíamos conocimiento y vaciaban nuestros profesorados para darle lugar a la UniCABA. Nuestra respuesta fue mostrar, demostrar, hacer y dejar en evidencia qué poco saben de lo que ocurre en nuestras instituciones y que livianamente han levantado el hacha para cortarnos la cabeza. También fue nuestra forma de decir, no morimos sin pelear y no peleamos con las armas… ni con los decretos, ni con las arbitrarierades, peleamos con la palabra… en palabra de Mia Couto “tenemos un arma de construcción masiva, la capacidad de pensar” y esa va a ser difícil de “reemplazar” por un proyecto infundado como la UniCABA.
Nos despedimos con una sonrisa enorme y el pecho inflado de orgullo por todo lo logrado, lo compartido y lo crecido, y por que no, con alguna lágrima de tristeza por finalizar una etapa.
A todos los que han colaborado, leído, difundido, nuestro eterno agradecimiento. No hacemos una lista por miedo a cometer la enorme injusticia de olvidarnos de alguien.
Seguramente nos volveremos a leer publicando algún artículo en LuSofia.
Bienvenido al nuevo equipo y gracias por el compromiso.
Gra, Nacho, Carla
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